lunes, 10 de junio de 2013

Patronato: Los sabores y las tiendas en un mismo barrio

Llegar al Barrio Patronato es llegar al mundo del mercado, de la compra y la venta, de los sabores mezclados gracias a una diversidad cultural que se reúnen en un mismo sector. Las calles son angostas, la gente se agolpa a mirar en algunas tiendas. Hay que tener ojo, hay horarios y horarios, días y días, algunos que es mejor evitar porque son los más concurridos como el sábado y otros en que es recomendable darse una vuelta según lo que se busca, generalmente los días de semana. 


(Foto: Inger Ambler)

(Foto: Inger Ambler)
Entre la comida, la ropa y los accesorios, Patronano es el lugar para encontrar ese algo que incluso jamás buscaste, pero que te llevas igual porque es barato, porque le quedaría bien un pariente o porque nunca habías visto algo así en tu vida y cómo no comprar eso tan original que estaba ahí, a la vuelta de la esquina, en uno de los locales que conforman el barrio. 
Los sabores 

(Foto: Inger Ambler)
Entre tantas compras y caminata lo mejor es la variedad de comidas que se puede encontrar en patronato. De los clásicos completos es posible saltar a las pizzas y llegar a la comida chilena, árabe, coreana, china, entre muchos otros sabores que atraen por recomendación o curiosidad. Entre los gustos asiáticos la comida coreana comienza a destacar, uno de los rincones más visitados es el Sukine

(Foto: Inger Ambler)
Al cruzar la puerta los comensales saben lo que buscan. Si es la primera vez que visitas el lugar mirarás a la mesera con insistencia. Afortunadamente aquí están acostumbradas a orientar a los nuevos. "Quiere que la ayude" - "Por favor. Gracias".
La variedad de platos, descritos en la carta en español, es variada. En promedio un almuerzo puede costar 5 mil pesos, menú que incluye algunos agregados como sopa, kimchi, tofu aliñado, entre otros. Recomendable el jugo de coco para acompañar.


(Foto: Inger Ambler)

A un costado del mismo restaurante o muy cerca de él, se encuentran los supermercados coreanos. Aunque existen varios en distintas galerías, la calle Antonia López de Bello es la que concentra la mayoría de las tiendas. En ellos se encuentra café enlatado, el clásico ramen en sus distintas variedades, galletas de la fortuna, entre distintos productos que se vuelven tentadores. Para quien no conoce es un riesgo, pero vale la pena probar ya que los precios son bajos y las ganas aumentan con los recorridos.
El café Había una Vez es uno de los más conocidos de Patronato. Entre quienes siguen la cultura coreana es un lugar recurrente por sus sabores distintos como la torta de té verde. Ubicado frente al restaurant Sukine se ha ganado un lugar en el barrio Patronato, muchos llegan hasta su puerta por recomendación de algún conocido.
(Foto: página Café Había una vez)


Un clásico de Patronato es la comida árabe, colonia que llegó al barrio desde el inicio y que se mantiene, con menos locales, pero conservando los clásicos como el Harissa, que abrió sus puertas hace más de 10 años. El plato Shawarma es el más pedido por ser rico y contundente: pan pita de cordero, pollo o vacuno, mezclado con algunas verduras. Por otro lado el Falafel: croqueta de garbanzos o habas, es otro de los recomendados. El precio bordea los 4 mil pesos y lo mejor es llegar temprano a la hora de almuerzo porque los clientes frecuentes llenan el lugar sobre todo en la semana.

(Foto: Taringa)



                          
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Comuna: Recoleta
Estación: Patronato
Línea: 2 (amarilla)

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